Estudiante de Bellas Artes combatió en las filas del Quinto Regimiento durante la Guerra Civil, al final de la cual se exilió en Francia, donde este pintor vocacional se convirtió desde 1941 en un experto falsificador de documentos al servicio del Partido Comunista de España, cumpliendo así una misión de enorme transcendencia en el desarrollo de la lucha antifranquista pues gracias a su increíble habilidad miles de militantes comunistas españoles, entre ellos Julián Grimau y Jorge Semprún, pudieron cruzar legalmente la frontera de nuestro país durante la dictadura.
Una de sus últimas obras de falsificación fue el pasaporte con el que Santiago Carrillo, disfrazado con una peluca, entró en España en 1976.
Domingo Malagón, que hasta su muerte ha sido un activo militante del PCE y de IU, es uno de los últimos supervivientes de una generación de héroes modestos que dedicaron su vida a la lucha por la libertad, la democracia y el socialismo y que siempre estarán en nuestra memoria.
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