Estamos seguros de que nuestro eximio gobernante se refería a la reimplantación de los impuestos de sucesiones y patrimonio y a la creación de una banca pública, medidas que sin duda provocarían el entusiasmo y la emulación de sus colegas europeos.
Pero despertamos del sueño y podemos apostar a que las próximas reformas que Zapatero va a dictar serán la anulación práctica de la negociación colectiva, más recortes presupuestarios y más privatizaciones de empresas públicas rentables.
Y es que cada vez que se escucha la palabra reformas en boca de dirigentes del PPOE hay que echarse a temblar.
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